15 agosto 2006

Para mí que soy yo...

Curiosidad Dos:
Hoy, martes, a eso de las 16.50 me encuentro saliendo nuevamente (ya había salido minutos antes, pero regresé no sé muy bien a qué) de la facultad, la bella facultad que vaguea sobre la bella Puán. Como siempre, gente que entra, gente que sale, y gente que se queda a mitad de camino contándole algo a alguien que aparentemente no podía esperar diez pasos más y tenía que contarse ahí, en medio de la puerta. Yo, gente que sale. Una mujer grande, a quién recuerdo de un rubio número 3 (por ahí 4...) y un bronceado número 2, con un bolso/cartera y algo más en las manos, gente que entra. La mujer número 5 (3+2=5) me miraba con su cara de no-consigo-detectar-qué, me roza al pasar al lado mío y murmura un muy audible "idiota". (Puede haber sido un "tarada", no recuerdo bien). Abrí grandes los ojos y mientras ponía automáticamente mi inevitable cara de "eh?", me preguntaba si se refería a mí, o a alguien más. Hablar, antes de rozarme, no estaba hablando. Fue un comentario, literalmente, al pasar. "Idiota". Bueno, a diferencia de ayer, hoy no estaba demasiado cansada como para cuestionarlo. Pero sí demasiado vaga. Suficiente.

M.

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