27 diciembre 2006

Vitamina K

Güenas... Feliiiiiiiiiiices Fieeeeeeeeestaaaaaas...... Espero que la hayan pasado bien, y bla bla.

Vacacionando estoy. Don P. anda de viaje, tuvo que exiliarse por motivos que escapan a la realidad; esperamos su pronto retorno y consecuente posteo (EJEM), que imagino que nos deslumbrará increíblemente...
Bien, decía, vacacionando estoy. Y felizmente porque tengo mi vitamina K para el verano. No, no me refiero a nada que involucre pingüinos ni pancartas oficialistas ni mucho menos. Me refiero a Milan Kundera, ya tengo listo mi libro-a-leer de Kundera... esta vez, se trata de La inmortalidad... promete.

Para quienes no lo conozcan, es un escritor checo que nació en la preciosa ciudad de Brno en 1929. Si me preguntan, con el poco academicismo que me caracteriza, diría que sus novelas son como ensayos filosóficos novelados... preciosos, a mi juicio. Al que le suene denso, le aclaro que escribe de manera tan simple que es difícil no quedar atrapado en la segunda página... sumamente placentero, e imprescindible en mis tardes playeras.

En fin, voy a compartir un fragmento pequeñito de una de sus novelas más conocidas, La insoportable levedad del ser, aprovechando que el fin de año pone filosófico a más de uno, o al menos un poco meditativo. Espero que lo disfruten [y sino, esperen el próximo post, que en la brevedad nuestro querido P. se va a sentar a escribir...].

"El hombre nunca puede saber qué debe querer, porque vive sólo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni de enmendarla en sus vidas posteriores.
¿Es mejor estar con Teresa o quedarse solo?
No existe posibilidad alguna de comprobar cuál de las decisiones es la mejor, porque no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. Pero ¿qué valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es ya la vida misma? Por eso la vida parece un boceto. Pero ni siquiera boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, ientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro.
'Einmal inst keinmal', repite Tomás para sí el proverbio alemán. Lo que sólo ocurre una vez es como si no ocurriera nunca. Si el hombre sólo puede vivir una vida es como si no viviera en absoluto."

M.