Dijo Flaubert, en una carta a George Sand, allá por fines del 1800...
"Me falta una concepción fundada y amplia de la vida. Tiene usted mil veces razón, pero, ¿dónde encontrar los medios para que esto cambie? Se lo pregunto a usted. Usted ilumina mi vida no con metafísica, ni la mía ni la de los demás. Las palabras religión o catolicismo por una parte, y las de progreso, fraternidad y democracia por la otra ya no corresponden a las exigencias del presente. El nuevo dogma de la igualdad, que predica el radicalismo, ha sido experimentalmente desvirtuado por la fisiología y la historia. No veo actualmente posibilidad alguna, ni la de encontrar un nuevo principio, ni la de respetar los principios antiguos. Busco, pues, esta idea, de la que todo lo demás depende, sin poder hallarla."
Si bien es una expresión de la crisis ideológica general de la burguesía después de 1848... ¿quién puede negar sentirse tal vez un poquito identificado? Si hay algo que se perdió (o se escondió) ha sido sin duda la posibilidad de desarrollar una ideología fuerte que nos sustente socialmente. Eso es algo que vemos hoy día en todos lados, pero... ¿seremos capaces de encontrarla? ¿Podremos desarrollar al menos un principio que de pie a futuras consolidaciones? ¿O seguiremos distraídos y relajados mirando Tinelli y comprando cajitas de colores en Plaza Francia?
Quién sabrá...
PD: (ojo, se pueden poner en funcionamiento las ideas al mismo tiempo que vemos Tinelli o compramos cajitas de colores... pero es mas efectivo si se hace en otro momento, creo yo...)
M.