La cosa es así.
Estaba hoy charlando con P. en el barcito de la esquina de la facultad, tomando cafecito (a P. no le gustaron las medialunas, que calificó severamente con un "son un asco!", justo antes de no dejar ni una: P. siempre lo dice, hay que justificar los gastos).
Me comenta P. que encontró, entre su extensa colección de música olvidada, un EP de Leo Garcia. "Muy lindo" dice. Yo le comento que una vez, cuando más joven (oh, aquellos tiempos cercanos...), viendo tele con J. apareció Leo en pantalla, y yo dije que no lo soportaba. J. me respondió, para molestarme, como siempre, que "es un idolo!!! es lo más grande!!!", y se rió. Si le gustaba realmente o no, jamás lo sabré. Típico de J., desde ya.
P. retomó diciendo que el EP tenía solo dos temas, y que eran muy bonitos. Yo le dije que tal vez por eso el EP era muy bonito, porque solo tenía dos temas. Pensamos que, tal vez, si tuviera más, no sería tan bonito. (Algo así como si lo encantador del EP fuera inversamente proporcional a la cantidad de temas que trae...).
Meditamos sobre eso.
Y P. retomó nuevamente. Dice que a él Leo Garcia le gusta, que no le copa mucho la onda bien tecno, pero que los "temas más temas" (creo que se refería a aquellos más... voz y menos punchi) le gustaban mucho. Dice que el bajón es que el flaco anda para atrás, mucha droga... Yo le digo que sí, evidentemente... mirá sino, de tanto consumir todo el tiempo, cada vez que se afeita se corta la ceja...
P. inmediatamente dice: "eso va al blog". Y bué, ya saben para donde mirar...
La cuestión que P. plantea es un encuentro entre nuestro querido Scarface (Alpa) y el supuesto drogui Leo...
¿No parecen mellizos? Hasta en las manitos...
M.
